AlDiaVzla: Brasil enfrenta ola de calor sin precedentes

En los primeros días de la primavera en Brasil, una temporada que suele ser agradable y fresca, se reportaron temperaturas de hasta 42 grados centígrados en el gigante suramericano.

 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Meteorología (INMET) de Brasil, las temperaturas para los próximos meses estarán por encima del promedio,  mientras que las lluvias estarán por debajo del promedio en la región.

 

 

Sao Paulo fue una de las ciudades donde la ola de calor primaveral ha generado uno de los mayores impactos con temperaturas de 36,5 grados centígrados, la más alta en lo que va del año y una de las más intensas de las que se tiene registro, desde que la autoridad meteorológica inició funciones en 1943.

 

Riesgo en la Amazonia

Las zonas rurales tienen mayor riesgo de combustión producto al período calórico debido a que muchas de las estructuras habitadas están construidas con elementos de fácil inflamación, que, a su vez, puede generar grandes incendios difíciles de controlar.

 

«El fuego viene de los lados, viene por aquí por delante y por detrás. Ahora no sabemos de dónde viene el fuego. El fuego ya está quemando el suelo», comentó Alice Pimentel, una agricultora residente de la localidad de Kanamari en el Amazonas brasileño, mientras describía para la agencia France 24 cómo el fuego había acabado con una parte de sus plantaciones.

 

Junio de 2023 fue el mes con más registros de incendsiios en territorio brasileño en los últimos 15 años, según los expertos, las históricas temperaturas se deben al paso del fenómeno meteorológico El Niño, generado cada cierta cantidad de años por el calentamiento del océano Pacífico, que este año se presentó con más fuerza a raíz del cambio climático y los escasos vientos.

 

Soluciones ecológicas

En las favelas de Río de Janeiro, otra de las ciudades brasileras que marcó 42 grados centígrados esta primavera, los habitantes de pocos recursos recurren a soluciones ecológicas para soportar el calor ante la carencia de aires acondicionados.

 

Luis Cassiano, un ambientalista de 53 años, narró a la prensa su faena de subir a los techos de las casas para colocar manojos de plantas en las azoteas convirtiéndolas en lo que él llama «techos verdes», que además de ayudar al medio ambiente, regulan la temperatura al interior de los hogares.

 

«No podemos poner árboles en la favela porque no hay más espacio, pero tenemos mucho espacio encima de las casas que puede servir para plantar (…) La mayor ventaja es que baja la temperatura, pero además las casas tienen un aspecto más bonito y atraen a pájaros y mariposas», afirmó Cassiano, quien ofrece esta alternativa ecológica con respecto a los sistemas de aire acondicionado tradicionales.

 

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