AlDiaVzla: Activistas climáticos atacan símbolos de estatus de los superricos

Por décadas, los activistas climáticos han centrado sus protestas contra los conglomerados del petróleo y el gas, así como las firmas que invierten en combustibles fósiles, pero ahora el centro de sus manifestaciones son los símbolos de estatus de los más ricos: yates, jets privados y campos de golf o tenis.

Durante este verano, que en el mes de julio tuvo temperaturas récord especialmente en Europa, se vieron protestas en las que un superyate fue pintado con aerosol, se bloqueó el despegue de aviones privados y se taparon agujeros en campos de golf como parte de una campaña cada vez más intensa contra los estilos de vida de los ultrarricos que arrojan emisiones de carbono.

El activismo climático se ha intensificado en los últimos años a medida que el planeta se calienta a niveles peligrosos, provocando más calor extremo, y las tácticas de los grupos ambientalistas también se han vuelto más contundentes: manifestantes pegados a las carreteras, irrupciones en eventos de golf y tenis, y actos de vandalismo a obras de arte famosas con pintura o sopa.

Ataques a obras de arte: ¿ecoactivismo o vandalismo?

 “Tú consumes, otros sufren”

Karen Killen, es una activista de Extinction Rebellion que participó en las protestas en Ibiza, el destino español preferido por los millonarios, y dijo que con sus acciones “no señalamos a la gente sino a su estilo de vida, la injusticia que representa”. Apuntó que protestan por las emisiones innecesarias, como las de las personas que van a comprar pizza en barco. «En una emergencia climática, es una atrocidad», dijo.

Killeen, junto a miembros del grupo climático Futuro Vegetal pintaron con spray un superyate de 300 millones de dólares perteneciente a la heredera de Walmart, Nancy Walton Laurie. Los manifestantes sostenían un cartel que decía: «Tú consumes, otros sufren».

En Suiza, unos 100 activistas invadieron la mayor feria de venta de aviones privados de Europa en Ginebra, encadenándose a las pasarelas de los aviones y a la entrada de la exposición. En Alemania, Letzte Generation (Última Generación) pintó con spray un jet privado en la isla turística de Sylt, en el Mar del Norte. En España, activistas taparon hoyos en campos de golf para protestar por las grandes necesidades de agua del deporte durante las rachas de calor y sequía.

En Estados Unidos (EE.UU.), Abigail Disney, sobrina nieta de Walt Disney, fue arrestada en el aeropuerto de East Hampton Town, Nueva York, el mes pasado junto con otros 13 manifestantes por impedir que los autos entraran o salieran del estacionamiento, en una de varias protestas realizadas en la zona exclusiva de The Hamptons.

Lujo y crisis climática

En 2021, la organización sin fines de lucro Oxfam publicó un informe en el que señala que, si todas las emisiones que calientan el planeta se atribuyeran a las personas que las producen, el 1% más rico será responsable de alrededor del 16% de las emisiones en 2030.

De acuerdo a estimaciones de Greenpeace, un superyate emite alrededor de 7.020 toneladas de dióxido de carbono al año, más de 1.500 veces más que un vehículo familiar. Sólo los aviones privados en Europa causaron el año pasado más de 3 millones de toneladas de contaminación de carbono, equivalente a las emisiones anuales promedio de CO2 de más de medio millón de residentes de la Unión Europea (UE).

Dana Fisher, científica de la Universidad de Maryland, declaró a AP que “las prácticas de lujo están contribuyendo desproporcionadamente a la crisis climática en este momento. Tiene mucho sentido que estos activistas estén denunciando este comportamiento”. Richard Wilk, antropólogo de la Universidad de Indiana, dijo que los viajes de lujo son “el verdadero culpable” de las emisiones.

Sin embargo, el climatólogo de la Universidad Estatal de Pensilvania, Michael Mann, advirtió que desviar la atención de las empresas de combustibles fósiles (responsables de al menos el 70% de todas las emisiones) hacia los ricos podría estar “haciendo el juego en manos de la industria de los combustibles fósiles y de la industria de los combustibles fósiles”.

Mann apuesta por el equilibrio: «La solución es lograr que todos utilicen menos energía basada en carbono», ya sean personas ricas o de bajos ingresos, dijo.

David Gitman, presidente de la compañía de vuelos chárter Monarch Air Group, consideró que las acciones de los activistas pueden ayudar si van dirigidas a lograr cambios reales. “Ahora bien, si salen y pintan con spray un jet privado en un aeropuerto de Europa, ¿conseguirán esos resultados? En mi opinión, no”.

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